Reconozco que Toledo es una de mis ciudades favoritas, tanto por su encanto como por su mezcla de culturas (musulmana, judía y cristiana). De esta forma, lo mismo te encuentras en frente de una sinagoga que de una mezquita. Es una ciudad que puede recorrerse en menos de un día, y que tiene muy buen acceso desde Madrid (coche, autobús desde plaza elíptica y tren desde Atocha). Si vais en coche una parada obligatoria es alguno de los miradores del otro lado del rio Tajo, desde los que encontramos las mejores vistas. Desde la Ermita de la Virgen del Valle se ve esta panorámica de la ciudad que encabeza el artículo.
Como esta ruta me tocaba hacerla todos los años con los erasmus, voy a compartir el recorrido que solíamos hacer: En Toledo podemos ver la evolución de su ciudad a través de sus murallas, que delimitaban sus expansiones. La más nueva seria la Puerta de Bisagra, desde la que comenzaremos el recorrido. Por cierto, en frente hay una oficina de turismo, por si queréis un mapa. Una vez pasada la Puerta de Bisagra (A) encontraremos a mano derecha la iglesia de Santiago de Arrabal, cuyo encanto está en su estilo mudéjar. Subiendo esa misma calle accedemos a la segunda muralla, la Puerta del Sol (B). Desde las escaleras a la derecha podremos acceder a la Mezquita del Cristo de la Luz (C), la mejor conservada y yo creo que la única que puede visitarse. El origen del nombre viene de la reconquista, según la leyenda cuando Alfonso VI entró en la ciudad en 1085 el caballo se arrodilló al pasar frente a la mezquita y se negaba a avanzar. Al penetrar en el templo se descubrió que uno delos muros estaba iluminado y, al excavar, se encontró en él un crucifijo que mantenía viva la llama de una lamparilla.
Vamos a continuar la ruta hacia la Plaza de Zocodover (D), donde está el límite de la primera muralla (Arco de la Sangre). Si pasamos por debajo encontramos la estatua de Cervantes, en la que es muy típico hacerse una foto.
Si tenéis hambre, a la derecha (Plaza Santiago de Caballeros) encontraréis el famoso bar Enebros (bar de grandes tapas al pedir la bebida, si bien advierto que no pueden pedirse raciones ni platos). Bajando por la calle Miguel de Cervantes podréis visitar el Museo de Santa Cruz, antiguo Hospital de Santa Cruz (E). Desde la plaza Santiago de Caballeros se accede subiendo por unas escaleras al Museo del Ejército (F), que se encuentra dentro del Alcázar de Toledo (G), el cual tuvo un papel muy importante durante la Guerra Civil (Asedio del Alcázar de Toledo).
En el recorrido desde el hasta la Catedral (H) se puede apreciar las calles estrechas, tan típicas en Toledo. El horario de la Catedral primada de Toledo es de de 10h a 18h de lunes a sábados, y de 14h a 18h los domingos. El precio de la visita completa es 11 euros, y los domingos es gratis para aquellos que tengan nacionalidad española. Otros sitios muy interesantes para visitar son la Sinagoga de Santa María la Blanca (E), que es la mejor conservada, la Sinagoga del Tránsito (Museo Sefardí, D) y el cuadro “El entierro del Conde de Orgaz”, que se encuentra en la iglesia de Santo Tomé (C). Os dejo los horarios y los precios, por si os interesa cambiar la ruta para que no os cierren: – Sinagoga de Santa María la Blanca: Precio 2,5 euros y horario de 10h a 18h (en verano cierra una hora más tarde) – Sinagoga del Tránsito: De 9:30 hasta las 19:30 en invierno, y hasta las 20h en verano. Los domingos sólo está abierto por la mañana (de 10h a 15h). Su precio es de 3 euros pero es gratis los sábados por la tarde (desde las 14h) y los domingos. – Iglesia Santo Tomé: El mismo horario que la Sinagoga de Santa María, el precio serían también 2,5 euros.
Otro sitio para ver, aunque un poco más retirado es la puerta del Cambrón. Entre los sitios curiosos por ver están las estrechas calles cerca de la catedral, el Pasadizo de Balaguer (cerca del Ayuntamiento) y el Círculo de Arte de Toledo, una iglesia que actualmente está rehabilitada como sede de promoción cultural y ocio nocturno. A la izquierda del Círculo veréis un pequeño callejón con verjas en el que se puede ver un cartel que indica “Esta calle es de Toledo”, ya que el callejón de San Vicente fue privatizado por el párroco de la iglesia. El paso fue abierto por el Ayuntamiento ante la queja de los vecinos por no poder pasar, y de ahí el cartel. Para terminar la visita, al lado del Ayuntamiento hay unas escaleras desde las que se ve perfectamente la Catedral. Os recomiendo volver a pasar cuando ya ha oscurecido, ya que tiene más encanto. Dos cosas muy características de Toledo son los mazapanes y su industria de espadas. Al pasear por sus calles estrechas a mi me gusta imaginarme las luchas nocturnas que tuvo que haber en ellas, que imagino será el origen de la expresión “pasar una noche toledana” 😉